Una factura proforma es un documento que detalla una oferta comercial, indicando la forma exacta que tendrá la factura que finalmente se emitirá tras la venta o el suministro cuando realmente se haya producido.
Éstas son muy similares a las facturas habituales, pues detalla una operación entre un proveedor y un cliente. No obstante, no es una factura comercial debido a que no se ha realizado todavía la operación.
Por esta razón, la factura proforma no tiene valor contable ni como justificante y sólo tiene validez en el período indicado. Las facturas pro-forma se utilizan fundamentalmente en comercio internacional para obtener las licencias de importación, para la realización de algunas operaciones como el leasing o para el envío de muestras comerciales.
Los campos obligatorios de las facturas proforma son:
- Fecha de emisión de la factura.
- Datos del proveedor: NIF, nombre comercial, razón social, datos de contacto, dirección e IVA comunitario si procede.
- Datos del cliente: lo mismo que en el caso anterior.
- Descripción de los productos/servicios.
- Precio unitario de los productos/servicios.
- Precio total de la factura proforma.
- Divisa empleada en la operación.
- Gastos aplicables.
Destacar que, aunque en algunos casos podemos recuperar el IVA ingresado a Hacienda de aquellas facturas a clientes en Concurso de Acreedores. No obstante, este procedimiento no es aplicable en el caso de las facturas proforma no declaradas en el modelo de IVA.
Si quieres conocer más información sobre los tipos de factura, las obligaciones que tienes como autónomo o empresario respecto a ésta y toda la información relacionada, te aconsejamos que leas nuestro artículo sobre todo lo que debes hacer para facturar.